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La importancia de los grupos de

apoyo a la lactancia materna (parte 1)

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Comencé a asistir a los grupos de la Liga de La Leche en Julio de 2013, cuando mi hija tenía casi 1 año. Nuestra lactancia era ya preciosa, fluida y sin problemas, y este tema ya se había convertido en mi pasión. Inicialmente me contacté por motivos variados: el primero fue la curiosidad, ya que durante mis momentos más difíciles no había descubierto estos grupos de apoyo; otro fue por seguir informándome sobre las etapas venideras (dentición y lactancia, destete, etc); y el tercero fue para compartir mi propia experiencia. Ese fue el orden de mis intereses, aunque muy pronto me encontré invirtiéndolo de manera involuntaria.

 

La curiosidad fue satisfecha en el primer encuentro y le hizo lugar a la participación. La información fue llegando sola, no sólo a través del grupo sino también debido a mi personalidad investigadora y autodidacta. Finalmente, las experiencias compartidas se convirtieron en mi mayor guía y me regalaron una de las cosas más importantes en el desarrollo de cualquier lactancia: el apoyo.

Con el correr del tiempo he podido ver algunas cosas, gracias a las reuniones: Una mamá que amamanta y tiene apoyo y contención, aun con muchos obstáculos, seguramente logre una lactancia exitosa y agradable. En cambio, una mamá que no tenga apoyo y se encuentre sola luchando por su lactancia, en un ambiente desinteresado y a veces hasta hostil, probablemente irá perdiendo la lactancia ante las dificultades que se le puedan presentar. De manera hipotética, podría llegar a decir que incluso una mamá sin dificultades de prendida, ni pezones lastimados ni otras molestias físicas, podría abandonar la lactancia si le falta apoyo y comprensión en su entorno.

 

¿Por qué? La falta de información adecuada, la escasez de profesionales capacitados, la continua difusión de mitos acerca de la lactancia y las presiones socio-culturales, de desconocidos, allegados y gente cercana (lamentablemente), conforman muchas veces un combo anti-lactancia fatal. Si a todo esto le sumamos la falta de apoyo, ya tenemos el fin de muchas lactancias que podrían haberse salvado.

 

Entonces, ¿cómo logramos este apoyo tan necesario?

 

 

Lo primero es lo primero


La confianza en sí misma y en el bebé es principal y de ahí parte todo lo demás. Confiar en nuestros sabios cuerpos, y en la habilidad innata de nuestro bebé para alimentarse y subsistir, es crucial para un buen comienzo y establecimiento de la lactancia. Sin embargo, muchas de nosotras llegamos al parto poco informadas, llenas de mitos y de consejos absurdos, todo lo cual nos juega en contra a la hora de lograr esta confianza.

 

“Todos los estudios realizados sobre el tema muestran el impacto del nivel de confianza en sí misma sobre el éxito y la duración de la lactancia. Uno de esos estudios fue realizado con 300 madres australianas vinculadas al estudio durante el último trimestre del embarazo. Se las interrogó a su entrada al estudio, una semana y cuatro meses después del parto, para evaluar principalmente su nivel de confianza en ellas mismas con la ayuda de una escala de evaluación (Breastfeeding Self-Efficacy Scale). 92% de las mujeres inició la lactancia, pero a los cuatro meses solo 52% amamantaba y de ellas el 28,6% hacía lactancia exclusiva. La principal razón dada para el destete fue la convicción de no tener suficiente leche. Las madres que tuvieron puntajes elevados en la escala de evaluación fueron las que más amamantaron exclusivamente una semana y cuatro meses después del parto comparadas con las que tuvieron puntajes más bajos.” (1)

Papá también cuenta

 

… Y yo siempre lo digo: No podría haber hecho esto sin el papá de mi hija. Tuve la maravillosa experiencia de contar con un compañero involucrado al 100%, mi defensor ante los opinólogos de turno, mi acompañante fiel en las noches difíciles. El que se levantaba conmigo, me acomodaba almohadas, me ofrecía agua, me acercaba algo de comer o el celular. El que me abrazaba y consolaba cuando las dificultades y el torbellino hormonal del puerperio me sobrepasaban. El que leía todo artículo sobre lactancia que yo le pasaba y conversaba conmigo sobre qué podíamos intentar para mejorar. El que, en el peor momento de todos, cuando estuve a punto de tirar la toalla, me dijo algo que nunca voy a olvidar: “Vos querés hacer esto, es lo que más querés en la vida… ¿No? Yo estoy con vos, yo te banco y apoyo. Yo también quiero esto. Lo vamos a lograr.”

 

 

“¿Qué significa que un padre apoye la lactancia? Es un hombre que comprende que su compañera tiene gran necesidad de practicarla, que desea convertirse en un protector y amamante de la pareja que amamanta, una barrera contra el medio a menudo crítico, una mirada de admiración y de aprobación sobre lo que ella hace por el bebé.” (2)

 

 

 

 

Citas:

 

(1) y (2) Liga de La Leche Internacional, “El apoyo a la lactancia materna” http://www.llli.org/lang/espanol/ncvol16_3b_04.html

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